viernes, 1 de febrero de 2013


Proyecto.
 
A lo largo de todo el cuatrimestre quizás la idea de realizar un “proyecto” era, entre otros muchos trabajos, al que más “respeto” le teníamos. La realización de un proyecto se puede realizar del mil y una maneras, siempre y cuando estén ajustadas a los requisitos de la convocatoria.
Con el fin de relacionar los contenidos aprendidos y desaprendidos en clase respecto a la realización de éste podemos citar los siguientes:
 
- Diferenciación de Plan, Programas y Proyectos, donde éste primero engloba a los demás debido a que tiene un carácter temporal de mayor duración, mientras que los programas son aquellos ámbitos de intervención para/con el colectivo o acción. Y por último los proyectos, de “aquello de lo que vamos a comer”, aquello que nos permitirá continuar y fomentar el cambio.
 
Tales contenidos resultan muy interesantes pero aplicando éstos a la realidad práctica deberíamos cuestionarnos la siguiente afirmación: ¿somos conscientes de lo difícil que es la aprobación de un proyecto? Y aún más. ¿Somos conscientes del cierre de entidades sociales (asociaciones), que están cerrando sus puertas por impagos de los ayuntamientos?. Más allá de repetir la común respuesta de “Es que estos tiempos son muy malos”, “Esperemos que mejore” la respuesta del alumno es la siguiente: Estos tiempos no son malos, son los siguiente. Cuenta la leyenda que en una época o tiempo mejor para el mundo de lo social podrías presentar tres convocatorias a proyectos. Imagenimos, para fomentar la sensibilización de: prácticas sexuales saludables, antitabaquismo y sustancias tóxicas que generan dependencia, ahora solo hay una. Pero espera que aún hay más. De esas tres, ahora solo hay una, sigamos imaginando, que es antitabaquismo. Comienza el reto: tienes “x” tiempo para relacionar esos contenidos con el colectivo a intervenir. ¿Pero si la asociación donde trabajo es para jóvenes con discapacidad intelectual?. Es interesante por supuesto, ellos al igual que nosotros fuman, pero quizás me interese más entregar mi propuesta de proyecto hacia la sensibilización de unas prácticas sexuales saludables. Pues no, o lo ajustas o nada. No hay dinero para eso. Y tú te quedas con una cara de poker permanente, hasta que finalmente entre todo el trabajo que tales asociaciones necesitan satisfacer y tienen acumulado empiezas a abordar la transformación de tus necesidades a un proyecto que quizás no necesitas realizar, pero si lo necesitas para “comer”, para mantener la entidad.
 
Quizás de los contenidos más interesantes en tales sesiones fue la distinción entre los diferentes tipos de proyectos: preventivos, auxiliares y terapéuticos. No tenía idea alguna que se existiese una una clasificación, pero eso permitió al alumno apreciar claramente cual de ellos le gusta realizar: Preventivos, de sensibilización, romper prejuicios, desmitificar, fomentar una mentalidad flexible, comunicar la realidad de los colectivos como es, más allá de lo que nos han enseñado o han querido enseñar. El resto de personas que no conocen tal perfil o labor creen que los educadores sociales se dedican a realizar talleres de manualidades, de los cuales bien poco se reflejan en los medios de comunicación, siendo categorizados aún como “asistentes sociales.” ¿Por que no se difunde tal profesión en una mayor medida?. Eso sí, las típicas fotos que un políticos o concejal se “echan” con una persona con síndrome de dowm, (obviamente otro joven con discapacidad intelectual no dejaría de manera clara la “solidaridad” que éste tiene para/con estos colectivos) que no “falten”. Que bonito es salir en los periódicos a nivel local o cualsea, que bien voy a poder dormir esta noche y que buena persona soy. Que lástima, pero bueno, una de las ocupaciones que trataremos de abordar una vez que obtengamos “el título” será esa, la sensibilización.
 
Continuando con los elementos que componen a un proyecto de intervención social, hemos decir que se dividen en varias cuatro partes: diagnóstico o análisis de la realidad, planificación, aplicación y evaluación. En este caso, los/as alumnos/as solo han llevado a cabo las dos primeras.
 
En la primera parte, el diagnóstico, se realiza la búsqueda y detección de necesidades, las cuales pueden ser percibidas (manifestadas o no) o no percibidas. En el caso de nuestro proyecto, hay que mencionar que cada individuo presenta unas necesidades específicas y se encuentra en un contexto específico, aparecen sujetos que padecen dificultades en el aprendizaje y o que viven en un entorno familiar desectructurado, otros padecen problemas motóricos o síndrome de Asperger, y viven en un entorno normalizado.
 
La segunda parte, la planificación, se divide de manera correlacional en una seria de subapartados que formaran la estructura del proyecto y definirán su viabilidad. Antes de ésto, mencionar que la existencia de tres tipos de categorías en el currículum: explícito, aquel que aparece reflejado de forma directa en el proyecto, real, aquel que se basa y se muestra en la práctica educativa y oculto, aquel que no aparece directamente en el proyecto.
 
A continuación se expondrán las fasas englobadas en la planificación:
 
1.- Fundamentación: Justificación y argumentación de la necesidad de realizar tal proyecto. En este apartado se exponen qué necesidades presentan y cuáles se trabajarán en el proyecto para su satisfacción (necesidad formativa, apoyo emocional, establecer nuevas relaciones sociales, etc.).
 
2.- Objetivos: Propósitos a conseguir con este modelo de intervención, los cuales pretenden dar respuestas a las necesidades diagnosticadas. Existen varios tipos de objetivo: generales, específicos y operativos.
 
Los objetivos generales expresan los propósitos centrales del proyecto, en nuestro caso fueron los siguientes:
 
- Mejorar y afianzar el desarrollo personal y la participación autónoma del alumnado.
- Potenciar las capacidades que permitan un fluido nivel de comunicación verbal y no verbal (oral y escrita).

Los objetivos específicos se encargan de desarrollar y concretar los objetivos generales, en nuestro caso fueron los siguientes:
 
- Ser autónomo en las actividades cotidianas y en las relaciones de grupo.
- Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana, y actuar de acuerdo con ellos.
 
Los objetivos operativos definen como objetivos medibles, aquellos que se pueden cuantificar,en nuestro caso fueron los siguientes:
- Organizar y gestionar su tiempo en función de las tareas escolares.
- Interiorizar y exteriorizar los valores sociales que intervienen en su acción cotidiana.


En nuestro proyecto, los objetivos irán encaminados desde una perspectiva integradora y educativa, fomentando el desarrollo social y personal de los/as destinatarios/as. Hay que mencionar que la planificación de objetivo y contenidos de cualquier proyecto debe mantener una estrecha relación y se verán condicionados en función de la duración del proyecto. En el caso del proyecto realizado, nuestra programación se distribuye en 9 unidades didácticas, ya que está organizada para en base a la duración del curso escolar.

3.- Contenidos: Conocimientos que se pretenden transmitir. En el caso del proyecto realizado, los contenidos y actividades englobarían: el sentimiento de compañerismo, autonomía, y en otras actividades los contenidos son las vocales y las consonantes.
 
4.- Metodología: Estrategia a seguir para la impartición de los contenidos, así como las características de las actividades que se van a llevar a cabo en su aplicación.
 
5.- Actividades: Ejecución y puesta en prácticos de los contenidos a trabajar. Deben estructurarse según el criterio escogido en la metodología.
 
6.- Recursos y presupuesto: Medios para llevar a cabo las actividades programadas. Estos recursos son de dos tipos: humanos (profesionales) y materiales (bienes).
 
En este apartado se estudiará la forma de financiación para tal ejecutar el proyecto (requisitos para las convocatorias y subvenciones).
 
La tercera fase de un proyecto es la ejecución, la cual consiste en la puesta en práctica del proyecto en sí mismo, para poder llevar a cabo la puesta en práctica debemos tener en cuenta la duración del proyecto y el presupuesto con el que contamos.
 
Por último como fase final, se expone la evaluación, parte fundamental del proyecto, ya que es la que analiza y comprueba los aspectos relacionados con la consecución de los objetivos propuestos y el nivel de adquisición de los contenidos establecidos. La evaluación tiene unas funciones específicas tales como: diagnóstico (función preventiva), orientación (detección de errores), motivación y control-calificación o acreditación-certificación.
 
En la evaluación, también existen distintas etapas o fases, tales como la fase inicial o de diagnóstico, en la que se evalúa la situación de partida. La fase procesual o formativa, en la que se evalúa el procedimiento. La fase final o sumativa, tiene como objetivo evaluar al alumno entre el ser apto o no ser apto, establece la concesión del título de este. Y por último,la evaluación de demorada o de impacto, esta casi nunca suele llevarse a cabo y sin embargo, es muy importante, ya que consiste en la perdurabilidad de los objetivos a lo largo del tiempo, es decir, que tras pasado un periodo de tiempo, los objetivos sigan transfiriéndose y aplicándose fuera del contexto donde fueron originados. En la práctica suele realizarse en muy pocas ocasiones.
 
Conclusión: Los alumnos están muy satisfechos con el trabajo realizado, ya que como se expone en la conclusión del propio proyecto, así como el desarrollo a nivel de contenidos y documentación que hemos adquirido.

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